Blogia

laulore

CONTEXTUALIZACIÓN DEL RELATO

1-   INFANCIA Y CONDICIÓN DE ALUMNO

      Las mejores experiencias de la infancia se viven a la salida de la escuela, de regreso a casa jugando con los vecinos y hermanos donde nadie nos controla ni nos dice qué hacer o que decir. Es el momento donde contamos todo lo que nos desagrada y molesta de la escuela. El primer día de clases hace significar mucho miedo por lo nuevo, el hecho de ver gente extraña, niños que no quieren soltar la mano de sus padres inculca temor en uno mismo haciendo creer que nos van a abandonar en la escuela. Eso demuestra y es una prueba contundente del por qué una niña como yo no quiere soltar la mano de su mamá.

     Una parte de la infancia se vive preocupada  por el hecho de darse cuenta que la crisis económica afecta al hogar, eso hace tomar la actitud de limitarse a algunos deseos de la niñez, tener algún juguete de moda por ejemplo o no realizar el viaje de egresados.

     

          INTERACCIÓN ENTRE DOCENTES Y ESTUDIANTES

                   El vínculo que surgió con la señorita Stella de primer grado tuvo gran significado. Por primera vez sentí que se podía querer a gente extraña que no fuera mi familia. Ese amor por la señorita me llevó a pensar y a creer que todo lo que ella decía o hacía era perfecto y nadie la podía igualar. Este vínculo fue lo máximo para mí; el hecho de aprender a leer y a escribir con ella significa una marca para toda la vida.     

     Por otra parte el cambio de escuela  también significó algo. El hecho de conocer a nuevos compañeros, otras señoritas, la gran ciudad produjo miedo e incertidumbre. Esto aparece con un sentido, valorar lo que quedó atrás. Valorar la tranquilidad del campo, el aroma de los frutales de las fincas y sobre todas las cosas la calidez de la escuelita, aquella que supo comprender por qué llegaba tarde a  clases o por qué faltaba tanto. Esta experiencia marca la vida y mucho más cuando se es niño; haber dejado a mis vecinos, los compañeros del camino a casa, también fue doloroso. Fueron muchas emociones al mismo tiempo que no alcanzaba a comprender por qué pasaba todo eso. En estas escuelas se ve la gran solidaridad que tuvo con las familias porque daba becas para los alumnos con menos condiciones económicas que eran excelentes en su desempeño escolar        

 CONTENIDO ESCOLAR        

  Puede existir un motivo del por qué no se menciona el contenido escolar en mi historia. La razón es que siempre tuve  dificultad para adquirir los conocimientos, con mucho esmero conseguía pasar de año. Eso me permite valorar el esfuerzo continuo que año tras año fui adquiriendo. Gracias a esto nunca repetí de año y hoy puedo estar aqui.

  CONTEXTUALIZACIÓN DE LA ZONA DE LA ESCUELA    

  La Escuela Cristiana Evangélica Argentina (E.C.E.A.) está ubicada en la ciudad de Tupungato. Se puede observar la calidez de la gente, especialmente en el momento de que todos transitan por las calles cuando van rumbo a sus labores, caras alegres, ojos dormidos, bostezos descontrolados, niños jugando por las calles rumbo a las escuelas y algún que otro perro acompañando a su dueño en un paseo en bicicleta. Esto hace caracterizar a la población como un todo organizado donde cada uno cumple una función específica y nadie es más importante que otro, eso es un pueblo. Un pueblo con identidad y constante esfuerzo. Donde cada integrante hace progresar a todo un pueblo con su trabajo en la tierra, es sacrificio de cada día permite que sea valorado inmensamente. En medio de todo un trabajo hay lugar para la recreación como ir de pic-nic a muchos lugares que ofrece el departamento o simplemente pasar un fin de semana en casa junto a la familia compartiendo momentos agradables.     En cuanto a los servicios que se ofrece se puede observar que es completo como servicios municipales, hospital, centro de salud a los alrededores, policía, bomberos. Por otra parte es verdad que la pobreza existe en el mundo y Tupungato no es ajeno a esto. Por eso el gobierno político sigue muy de cerca a todas las personas  que necesitan ayudando a conseguir trabajo, ofreciendo indumentaria, alimentos. Y sobre todo ayuda en la educación de los niños, aquellos que viviendo  muy lejos de las escuelas y no teniendo un medio para llegar, el gobierno ofrece transporte gratuito para suplir esta necesidad y cada niño pueda asistir a la escuela.    

     RAZGOS PARTICULARES DEL ESTABLECIMIENTO      

  La Escuela Cristiana Evangélica tiene muchos años de trayectoria y surgió gracias al esfuerzo de un grupo de hermanos cristianos que sintió la necesidad de realizar una gran obra para el futuro educativo de los niños de la comunidad de Tupungato. El trabajo constante del personal hace que la calidad de la escuela crezca día a día para ofrecer lo mejor a todos los niños que asisten al establecimiento y especialmente a las familias que apuestan por el futuro de sus hijos.   La escuela posee todas las instalaciones adecuadas como cocina, baños, aulas, laboratorio de informática, dirección, oficina de administración. Además ofrece todo lo que los alumnos necesiten. El horario de cursado está distribuido en turno tarde y turno mañana. Los docentes realizan cursos de capacitación permanentemente y se perfeccionen cada una en su área para seguir ofreciendo la mejor calidad educativa que los niños merecen.                         

 LA EXPERIENCIA EN EL AULA   

 Al toque de timbre todavía se oye las voces los niños y los juegos van terminando cuando la maestra los espera en el aula para comenzar con la clase del día donde la organización está distribuida por áreas  como lengua, matemática, ciencias sociales, ciencias naturales, informática, plástica, taller de lectura y formación cristiana. Los alumnos se muestran predispuestos para el comienzo de cada materia ya que reciben gran entusiasmo y motivación por parte de las docentes.     Es importante destacar que el contenido de cada asignatura mantiene un orden establecido es decir que respeta la planificación realizada por cada docente como así también se expresa con claridad al momento de dar a conocer el contenido  a enseñar desempeñándose con soltura y conduciendo al grupo democráticamente. Por otro lado el alumno manifiesta un verdadero aprendizaje, esto se ve a modo generalizado mirando cuadernos y evaluaciones.       El ejercicio de la práctica docente generó gran motivación y entusiasmo para continuar en esta carrera de la educación donde la enseñanza es el motor que mueve a la escuela y el aprendizaje el objetivo por alcanzar.   

 18/10/2006 22:40 Enlace permanente. Hay 11 comentarios.



Relato del Manzano Histórico

Relato del Manzano Histórico. En este relato lamentable, pero real, hay muchas cosas que no se pueden entender, ver la escuela rasgada es algo que no tiene lógica, ni par los pobladores de esa comunidad, ni para nosotros que formamos parte de este mundo lleno de injusticias.Esa gente se diente desvalorizada e incluso engañada por su misma ignorancia, pero lo más importante es que aún tienen el corazón lleno de esperanza que algo puede cambiar. La misma gente tomó tierras para poder vivir más dignamente, tener su escuela, su sala de primeros auxilios, e incluso más posibilidades de desarrollo para sus hijos y futuras generaciones.La escuela que tanto soñaba para una mejor educación de sus hijos aparece como prueba del incumplimiento en contra del Estado. Fue creada en una zona a orillas del arrollo Las Percas, que fue rellenado, es por ello las grietas, rasgaduras que los pobladores mencionan. Es una zona en donde las crecientes son frecuentes y la escuela corre el riesgo de desaparecer.A pesar de ser una escuela aislada de todo, los padres y niños guardan en ella una esperanza muy grande, ya que es el único lugar en donde los niños se diferencian de los niños se diferencias de los adultos y realizar actividades creativas.Pienso que nunca nos ponemos a pensar en esos chicos y no hacemos nada para ayudarlos.Todos tenemos los mismos derechos de crecer en una sociedad igualitaria, con una educación justa para todos y con condiciones de progreso.

Analisis de MI autobiografía

Análisisde miAutobiografía                          Infancia Y condición de alumno 

Mi infancia fue una etapa que jamás voy a olvidar, ya que tengo recuerdos muy especiales de ella. Mi llegada a la escuela, el encuentro con mis compañeros, mis risas y tristezas, aunque tristezas eran muy pocas.

Mis hermanos, que son muy importantes en mi vida, los cumpleaños de mis compañeros, que lindos que eran, comíamos de todo y jugábamos hasta después que el sol se escondía.

Los actos, los pocos recuerdos que tengo por que no era de salir mucho, por que me daba vergüenza, pero el que jamás voy a olvidar fue una que se realizó en el Club de San Carlos, en la cancha. Salíamos de frutas y verduras, a mí me tocó ser uva y mi papá me hizo el traje con un armazón de alambre y globos dando la forma de mi fruta.

Otro aspecto lindo eran los pig-nic que realizábamos cuando terminábamos las clases, íbamos al Polideportivo de San Carlos caminando por que de la escuela primaria Matías

 Zapiola quedan cuatro cuadras. Llegábamos y jugábamos hasta que nos teníamos que venir.

 En lo que respecta a condición de alumno. 

Me considero que era muy buena alumna, por que nunca repetí y mis compañeros eran muy competentes entre ellos, es más el curso era competente y lo fue hasta el secundario.

Siempre queríamos tener las mejores notas y llevarnos los elogios de los maestros. Me costaban mucho las tablas y recién aprendí a dividir en sexto grado y los verbos nunca los aprendí, pero me gustaba estudiar y siempre tuve una meta: seguir estudiando y poder ser alguien en la vida.

 La interacción entre docentes y estudiantes:  

Teníamos buena interacción ya que siempre nos apoyaron y era como un privilegio hacia nosotros.

Tengo recuerdos muy bonitos con mi maestra, todas han sido muy buenas conmigo y las recuerdo con mucho amor. Excepto en segundo año, mi señorita Yoyi  que me marcó por mi mal carácter, pero con el tiempo ese temor desapareció. Teníamos un trato muy especial con la señorita Perla, maestra de primer grado, ya que ella nos quería demasiado y con respecto a mí, ella me brindó mucho cariño y es por eso que siento admiración por esa excelente maestra. También fue con ella que realizamos nuestro viaje de egresados a la Capital Federal.

Los maestros tenían características muy parecidas ya que eran personas muy buenas, aunque a veces les saltaba su carácter.

 Y en lo que respecta al contenido escolar: 

No tengo muchos recuerdos ya que obviamente aprendí a leer y escribir en la escuela primaria, pero mi memoria no resalta ningún dato concreto. Lo único que recuerdo es que nos hacían hacer cálculos mentales apenas llegábamos al aula.

 

Un Recorrido Fantastico

Un recorrido Fantástico. Me llamo Lorena Aragones, nací un 24 de julio de 1984, en el hospital Lagomagiore de la ciudad de Mendoza.Mi familia desde entonces estaba compuesta por mi papá Alejandro Aragones, mi madre Betsabe González y mis dos hermanos mayores Gabriela y Sebastián. Vivimos unos años en Guaymallen, hasta que gracias a Dios mis padres decidieron por cuestiones de trabajo mudarse al pago de mi madre, “San Carlos” mi pueblo querido. Teniendo yo dos años y el nacimiento de mi hermanita Cristal, nos mudamos a una casa muy linda, en donde tenía dos habitaciones, cocina comedor y un baño, lo más lindo fue que nuestro primer año de invierno dormíamos todos en la cocina, ya que teníamos mucho frío y una hermosa estufa a leña.Teniendo yo cinco años, nace una integrante más mi hermana Florencia, la familia se iba agrandando y gracias a Dios mi padre tenía trabajo ya que el solo trabajaba.En ese entonces comienza mi primer año de escolarización, el jardín de infantes, quedaba a unas cuatro cuadras de mi casa, y es la misma escuela que cursé toda mi primaria. La Matías Zapiola, una escuela muy hermosa con grados grandes y sillas de madera, el jardín estaba ubicada en el fondo del edificio. Mis recuerdos con mucha dulzura sobre mis compañeritos que de a poquito se fueron convirtiendo en mis compañeros de infancia, recuerdo que el guardapolvo era rozado y los nenes tenían de color azul, llevábamos la canastita de la merienda y una bolsita de higiene también de color rosado.Los primeros días era horribles porque mis padres me dejaban sola con la maestra y siempre me quedaba llorando, hasta que me adopté a convivir con ellos. Todo estaba muy lindo, pintábamos, jugábamos, tomábamos las meriendas, hasta que tuvimos que empezar primer grado; la angustia había recaído nuevamente con mí y mis padres me dejaban y se iban por que no lo dejaban quedarse. Pero tuve la suerte de tener los mismos compañeritos y una señorita que me ayudaría a seguir adelante, su nombre es Perla y desde casi entonces se me convirtió en mi maestra del alma. Como mis hermanos esa escuela me llevaban de la mano y me dejaban en el aula, mis compañeritos ya formaban parte de mí, en primer grado fuimos a visitar el zoológico de la Ciudad de Mendoza y el Acuario, viajamos en el colectivo y la pasábamos genial. Mis compañeros con el tiempo formaron parte de mi vida, ya que juntos aprendimos a leer, escribir, y a compartir.Mi seño era muy buena y nos quería mucho, siempre nos ponía de ejemplo ante los otros niños, siempre nos regalaba un caramelo, pero teníamos que un bezo y traerle los deberes hechos.Después comienza mi segundo grado ¡Qué año! mi maestra era mala más y nada menos que la Señorita Yoyi, la maestra más mala de la escuela, primero le teníamos miedo pero nos acostumbramos a quererla y comprenderla. En ese año participábamos de un acto que se realizaba en el club San Carlos, que quedaba enfrente de la escuela, salimos de fruta y verdura y a mí me tocó ser una “uva”, ese acto fue muy especial porque lo disfruté mucho, mi papá me hizo un armazón de alambre y le dio la forma de uva con globos morados.Luego los años de primaria se fueron pasado, íbamos a los cumpleaños de todos, realizábamos bicicleteadas , y lo más lindo era los picnic de fin de año, todos los años íbamos al poli deportivo que quedaba a 4 o 5 cuadras de la escuela, cada grado se ponía aparte y compartía con sus compañeros el día, comíamos de todo, siempre me acuerdo me Acuerdo de un compañero que como su papá tenía almacén llevaba de todo y nosotros nos peleábamos junto a él, para que nos convidara y la coca cola era sagrada para él y para nosotros.Los cumpleaños eran muy divertidos, el que mas recuerdo es el de Matías, el vivía en tres esquinas y cuando llegaba el día de su cumple el padre, maestro de la escuela nos llegaba a todos en su camioneta. En quinto grado yo tenía tres hermanitos más, mi hermana Rocio, Aldana y Darío con dos añito de edad. La familia se iba agrandando.Yo tenía una amiga, que se llamaba Celeste y con ella compartí muchos momentos felices, era como una hermana para mí. En la escuela me iba muy bien, los años de primaria estaban finalizando y la angustia apareció de nuevo, por que comprendíamos que todo iba a cambiar. Comenzábamos séptimo grado teníamos mucho miedo y a la ves alegría, por que comenzaríamos nuestro soñado secundario y miedo por que el grupo que siempre fue tan unido y compañero se tenía que separar.Y lo más fuerte fue que mi mejor amiga Celeste no seguiría estudiando y eso me dolió mucho, pero no pude convencerla.A mediados del año mi mamá tuvo a mi hermanito menor Gerardo, pero las cosas no salieron muy bien ya que los médicos habían hecho mala praxis y estuvo en cama tres meses, y yo me encargué de cuidar a Gerardo, hoy nos une un vinculo muy grande ya que él es mi hermano del alma.La escuelita que tantas cosas nos brindó nos estaba despidiendo, nos producía mucha angustia dejar nuestro grado, el espacio en donde habíamos hecho nuestra primaria completa en donde estaban grabados nuestros nombres, tareas, nuestras risas y tristezas.Nuestro patio, día a día nos estaba despidiendo junto a nuestros maestros y celadores, por que el día llegaría, y esos niños que un día llenos de miedo entraron a la Matias Zapiola ya habían crecido y su etapa finalizando.Lo único que quedo de nosotros con nuestra escuela fue un cuadro con nuestros rostros y apellidos. Y aquel grado sagrado que nos albergó por tantos años grabado en nuestras mentes

NUESTRO MUNDO A TRÁVES DE BLOGIA

Mi nombre es Lorena Argones tengo 22 años

Carta Abierta... por Laura Mamaní

        Hola soy Laura Marcela Mamaní. Vivo en Tupungato, Mendoza. Estoy más que satisfecha al haber elegido la carrera de docencia porque me permite vivir la experiencia que realizan los niños día a día. Por otra parte el compromiso es tener un permanente perfeccionamiento con respecto a la tarea educativa, esto implica un desafío personal. El camino hacia la meta resulta muy costoso, me satisface saber que nadie dijo que sería fácil y el apoyo de mi familia hace que mi tránsito se aliviane un poco.

                                              CARTA   ABIERTA   

 ¿ Hola cómo estás?  Me llamo Laura, te gustaría escuchar algo de mi historia, a lo mejor no, pero tengo que contarte sobre  las experiencias  que tuve en la escuela primaria. Todo forma parte de mis recuerdos y de muchas anécdotas contadas y vividas por mi madre también. Por mi mente desfilan todas las emociones del primer día de escuela, tengo que decir primer grado porque no tuve la experiencia de realizar jardín de infantes, en ese momento no era obligatorio ¡¡ lastima!! Hubiera sido muy lindo estar ahí. Pero empezar primer grado... ¡  Ah me olvidaba! Fue en 1983 cuando llegaba de la mano de mamá y de ninguna manera quería quedarme en la escuela. Ella tuvo que ser mi compañera de banco casi toda la primera semana, para mí era espectacular hasta que poco a poco  fui tomando cariño a mi señorita Stella. Todos los días era un deseo tremendo estar con ella, por esta razón el último día de clases no me despegaba de su mano.                                                                                                                                                                       Mi escuelita se llamaba... perdón, se llama porque todavía sigue abriendo sus puertas a muchos niños, Escuela Comandante Luis Piedra Buena ubicada en el Cordón del Plata del departamento de Tupungato. Por supuesto  mi casa quedaba muy lejos de la escuela, casi ocho kilómetros, iba caminando y muy poco fueron los viajes en colectivo; recuerdo que en algunas ocasiones le daba al chofer una manzana o un durazno y él no me cobraba el pasaje. Para mí fue divertido pero la realidad era que la economía estaba en descenso y el estado del país no ayudaba mucho; recuerdas el gobierno de Raúl Alfonsín, el afortunado no tuvo la culpa de recibir el país en precarias condiciones y esa consecuencia afectó el bolsillo de muchos hasta el de mi familia, te puedo decir que cuando íbamos al supermercado nos sacaban los productos del carrito para remarcarlos con nuevos precios en aumento.¡Que tiempos!                                                            

El lugar donde vivía era muy tranquilo con pocos vecinos y los niños la mayoría de mi edad y juntos nos íbamos a la escuela, en patota y en compañía de uno o dos padres. Se comentaba en esa época, 1984,que  había gente robando niños para sacarles sus órganos y venderlos, no sé si era verdad pero vivíamos con mucho miedo en esos años. Por esa razón al salir de la escuela llegábamos rapidísimo a nuestras casas, hablo de mis vecinos y hermanos, no teníamos tiempo de jugar, porque en ocasiones nos entreteníamos en el camino para ver alguna pelea entre compañeros o nos quedábamos en alguna finca sacando manzanas, cerezas y duraznos, según la época. Fue muy divertido salir corriendo cuando nos retaban los encargados de las fincas.                                                                                                              Cambiando un poco de tema ese año fue la revolución de la Video-Computación donde los colegios departamentales de Buenos Aires   iniciaron el empleo de material grabado en videos cassettes, las grabaciones estaban realizadas en color y los textos hablados en español.  Al pasar el tiempo, terminando segundo grado tuve que dejar esa escuela para cambiarme a la Escuela Profesor Dionisio Chaca  del centro de Tupungato. Tremenda tristeza me invadió por dejar a mis compañeros y a mis señoritas, pero lo que más lamenté fue dejar a la celadora de la escuela, ella era muy querida para mí.                 

                  El cambio de colegio me provocó mucha incertidumbre, ir de una escuela rural a una urbana, tener nuevos compañeros, otro tipo de actividades todo eso provocó en mí un poco de miedo, un poco asustada me sentí. Claro, el cariño de mis maestras hizo que todos mis temores se disiparan y el compañerismo de los niños  me ayudó en gran manera. Por otro lado fue un desafío inmenso enfrentar lo nuevo.

                  El tiempo fue acelerando su marcha, varios años pasaron ya, 1988, nuestro país seguía enfrentando la crisis económica, por esta razón en las escuelas primarias se entregaron becas para niños de hogares humildes para que pudieran continuar sus estudios; además debido a esta crisis no se podía negociar con los docentes su mejora salarial.  Yo... quizás sin preocupaciones por todo lo que estaba pasando pero de alguna manera ya me daba cuenta de los inconvenientes económicos que enfrentaba el hogar y como hermana mayor trataba de no pedir cosas que no fueran necesarias.                                                                                                                                                                Muchos  acontecimientos tuvo que enfrentar el país como aumento masivo de precios, paro de docentes que reclamaban aumento salarial... parece novedad?. El cambio de moneda del peso al austral, inauguración de centros educativos en todo el país... y a pesar de todo esto yo seguía mi camino ya queriendo terminar la escuela primaria. En este momento a finales de sexto grado todos preocupados porque elegirían el abanderado y escolta de la escuela y todas las madres de mis compañeros reunidas en un aula para esperar el resultado de sus hijos, digamos que no tuve oportunidad de figurar en esa lista,... bueno... no importa otra vez será. La emoción de terminar la primaria me llevó a séptimo grado, me sentía grande pues muchas chicas venían a preguntarme si era difícil llegar a este año. Sacrificadamente complicado yo respondía, me gustaba ver la cara de susto que ponían las chicas,  no digas que fui  mala. Los preparativos para el viaje de egresados fueron espectaculares... para mis compañeros, porque yo no fui, no tuve la oportunidad. Verdaderamente  hubiera sido muy lindo disfrutar con ellos ese viaje.                                                                                                                                                                           La verdad muchos recuerdos llegan a mi mente en este momento, no quisiera aburrirte, tampoco  quitarte tu tiempo que es muy importante y valioso para vos. Lo que    voy a decirte es que ahora quiero escuchar tu historia...                                                                                                  

                                                                                           Con cariño   Laura

  --------------------------------------------------------------------------------